jueves, 10 de mayo de 2007

Poema LIV de El canto del chamarín enverdinado

Año dos mil uno después de Cristo.
Todo en el mundo está visto.
¿Todo? ¡No! Hay un amor
entre Roma y el dolor
que resiste al invasor
que es el olvido.
Pero tu amor me trastoca,
mi aldea se vuelve loca,
caigo en la poción de ron,
en la marmita de vino.

El señor gordo de trenzas
tiembla de pies a cabeza
cuando ve un casco romano.
Asterix pierde las alas
y un perro blanco sin canas
busca el rastro de tus manos.

.
Panoramix, el druida,
.......................................se suicida
en el bosque de las penas
con una hoz en las venas.
Se han roto todas mis liras,
se ha jubilado mi herrero.
Ni al más astuto guerrero
le viene al pensamiento
cómo hallar tu campamento.
.
En la cola del pescado
hay un poeta frustrado
que no escribe ni un poema.
Cuando sale a por tabaco
el César sufre un atraco,
hay que ver cómo está el tema,
ni un sextercio, ni una cala.
No queda en toda la Galia
ni una cenicienta gala
a quien poner tu sandalia.

Por Belenos, por Belisana,
qué tremendas son las ganas
de decirte que te quiero.
Por Tutatis, que el cielo caiga
sólo después de tu falda,
mi gala de siete velos.

1 comentario:

Isabel Martínez dijo...

Un simpático y algo desquiciado Asurancetúrix. Después de un tiempo sin pasar por aquí, me resulta un reencuentro muy divertido. Espero que no se le ocurra cantar el poema.
Lo de la sandalia de cristal me ha tocado la fibra de la infancia, jeje. Un besote.