martes, 19 de junio de 2007

El club de los poetas muertos (De Cine, cine, cine)

Jurel,
juré jugar con las palabras
para sacarles su jugo
a modo de juego
y entregártelas
para tu regocijo.
Fíjate, laureado jurel,
tú y tus nomenclaturas distintas
en distintos lugares,
a lo que me arriesgo
por tu carcajada
de pez,
por tu gesto
de jurel enjabonado
con sal.
Mis jotas son
para tus jubones
de escamas.
Mis odas juguetonas,
para tus zambullidos
rajados de escarcha.
Me arriesgo,
jurel gitano,
jurel jurado,
a ser jirafa
expuesta
en la jaula de la ciudad.
Y me arriesgo
jovial
a entrar en el club
de los poetas muertos
y jacarandosos.
Jurel,
no juegues más
con mis ojos de jurel
y déjame, pez,
escribir en paz
a los ojos de esa mujer
que me tiene entre sus rejas.
Déjame escribir, jurel,
llévate esta oda
a tus hondas
jurisdicciones del mar
mientras yo hago jirones
con mis renglones
entre la jauría de uñas
de esa mujer.

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